Recorrido: aparcamiento pinturas rupestres de Cabrafeixet – Coll de Cabrafeixet – Camí Segadells – Font de la Foradada – Pont d’Orient – Camí Segadells – Coll de Xeta – Bassa de Falcó – aparcamiento pinturas rupestres.
Distancia: 10,65km. Tiempo: 6hrs. Desnivel: 729m. Dificultad: moderado. Hay tramos de difícil navegación/orientación con mucha vegetación de aliagas. Puntos de agua: no hay, importante llevar agua.
Acceso: Desde El Perelló, tomad la carretera TV 3022 en dirección a Rasquera. Sobre el km 7 coged una pista asfaltada que encontraréis a mano izquierda con una señal que indica las pinturas rupestres del Cabrafeixet. Seguid la pista hasta encontrar una bifurcación y girad a la derecha. En la siguiente bifurcación girad a la izquierda. Tras 4,8km de pista se llega al aparcamiento de las pinturas rupestres, inicio de la ruta. Se puede acceder con un turismo.
El “Bloc de Cardó” es el nombre que se establece para llamar el grupo de sierras comprendidas entre las poblaciones de Rasquera, Benifallet, Tivenys, Bítem, Tortosa y el Perrelló.
Está dividido en tres sectores diferenciados: Serra del Coll de l’Alba al sur, Serra del Boix en el centro y Serra de Cardó al norte, pero en definitiva las tres forman un único macizo, orientado de norte a sur, compacto y continuo.
Esta ruta recorrre una parte del GR 192 que atraviesa la parte central del macizo: la Serra del Boix;
y (¡lo más interesante!) el antiguo Camí dels Segadells, casi perdido por el desuso y que comunicaba varios barrancos centrales del macizo (Buinaca y Segadells).
Se pasa directamente desde la vertiente más áspera y desolada de El Perelló a la vertiente de Tivenys, ligeramente más húmeda y con algunos ejemplares de pino negral.
En la parte central del recorrido se visita una de las joyas más escondidas de la sierra: el Pont d’Orient, que cruzaremos para seguir por el Camí de Segadells.
Otro de los atractivos de esta ruta es la fantástica colección de panorámicas de 360º con vistas al Delta de l’Ebre al Sur; la Serra de Cardó, con la cima del macizo, la Creu de Santos al Norte; El valle del Ebro y el macizo de El Port al Oeste,
y el Pla del Burgar y las montañas de Tivissa al Este.
La ruta:
Desde el aparcamiento de las pinturas rupestres de Cabrafeixet
comienza ascendiendo por el empinado barranco de les Nines
hasta el Coll de Cabrafeixet.
Desde allí se sigue por el GR 192, que gira a la izquierda para continuar, pasando junto (¡cuidado, no se ve hasta estar encima y es profundo!) al Avenc de la Buinaca.
Tras atravesar unos riscos, aparece un hito y se deja el GR 192 girando a la derecha para alcanzar la otra cresta, que desde el GR 192 se tenía en paralelo a la derecha.
Más adelante un gran hito nos indica el camino de descenso a la izquierda hacia el barranco en donde se esconde el Pont d’Orient.
Se enlaza con el primero de los tres senderos (el más alto) que recorren en paralelo el barranco. Más tarde se volverá por este mismo sendero pero desde el lado contrario,
y un poco más adelante se baja, casi a campo a través, hasta el siguiente sendero, el que recorre el barranco a media altura. Este sendero es el antiguo Camí dels Segadells. Tomándolo hacia la derecha se pasa por la Font de la Foradada, que solo tiene agua tras las lluvias.
El camino ahora desciende para conectar con un sendero bien fresado que viene del antiguo Camí Ral de Tivenys y que, hacia la izquierda, lleva directamente, por la parte baja del barranco y en paralelo a los otros dos por los que se ha pasado anteriormente, al Pont d’Orient.
Se atraviesa el barranco por el Pont (¡con cuidado que hay un gran agujero en medio!),
y el sendero asciende por un pequeño y fácil canal.
Más adelante,al final del barranco, el sendero enlaza (de nuevo pero en otro punto) con el Camí dels Segadells.
Girando a la izquierda se llega enseguida a otra bifuación. Es la parte más meridional del primer sendero que se tomó anteriormente (el que recorre el barranco por la parte alta). En esta bifurcación se gira a la derecha para seguir por el sendero que asciende poco a poco (ha sido desbrozado recientemente). Se transita de nuevo por el tramo que se tomó anteriormente tras la bajada de la cresta, pasando otra vez por los monolitos, y más adelante aparece la Foradada de Cabrafeixet arriba en la cresta.
Se continua para alcanzar la cresta del barranco.
El sendero (que tiene las famosas marcas rojas que puso Joan Tirón) continúa por la cresta siguiendo una pequeña valla electrificada para el ganado.
Más adelante se atraviesan los antuguos bancales de l’Andreu,
para acabar en el Coll de Xeta,
donde también se pueden ver las ruinas del Pouet de l’Andreu.
Allí se toma la pista de El Perelló hacia la derecha hasta descender a la bifurcación, señalada por una pequeña placa de la UEC, a la Bassa de Falcó.
Desde allí ya es cosa de enlazar, rodeando la base del Morral de Cabrafeixet, con el sendero por el que se inició la ruta, que sube desde el aparcamiento de las pinturas rupestres.